Solo es Fútbol

Esto que escribo, va para todo aquel que se considera hincha de un equipo del fútbol profesional venezolano, seguro alguna vez alguien te ha dicho “Cálmate, solo es fútbol” o “Estas loco, es fútbol” estas personas que juzgan un sentimiento que nunca han conocido, no saben lo que se siente ser parte de una hinchada y poco les interesa lo que para muchos es aquello que le pone sentido a 6 días en los que solo pensamos en la llegada del séptimo día para alentar al equipo que para nosotros es el mejor, cuyos colores representan una religión que nos llama a esa necesidad de serle fiel a nuestro club, aunque gane o pierda.

“¿Cómo puedes amar tanto a un equipo de fútbol? No es una persona” El venezolano común que no acostumbra asistir a un estadio de fútbol los domingos se ve impresionado ante tales sentimientos, llantos, alegrías, amargura, momentos únicos y emociones que no tienen explicación y que van ligados a los colores de una camiseta; Podría pasar horas escribiendo, pero no existen palabras capaces de explicar lo que es el amor de un hincha por sus colores. 90 minutos en el terreno de juego se pueden analizar y explicar de muchas maneras, pero los 90 minutos (Y hasta más) que pasas alentando desde las gradas, es muy complicado explicarlo con palabras, pagas 40 Bs por una entrada, pero al salir del estadio, te das cuenta que estar ahí no vale 40 Bs, poco a poco te das cuenta que es algo que no tiene precio y que las alegrías y tristezas que te ha dado tu club, no te las podrá dar nadie más.

La primera vez que pisas el cemento de las gradas, sientes simpatía por el ambiente que se vive desde la sur, poco a poco te vas arraigando y vas tomándole cariño a la camiseta que llevas puesta, hasta tal punto que cada domingo que asistes a la cancha, te vas enamorando más de esa misma camiseta y no puedes dejarlo atrás, porque te hace feliz ir a la cancha, escuchar los bombos y prender el carnaval desde las gradas, porque esas dos horas que pasas en las gradas, te olvidas de todo el mundo exterior, no existen los problemas, no existe el trabajo, el único problema es el arbitraje, y el único trabajo es alentar; al salir de la cancha, feliz por la victoria, o mal por la derrota, vuelves al mundo exterior, al día siguiente al despertarte temprano, ya tienes en la mente el siguiente domingo.

“Una hinchada, una familia” Cada vez que ves a alguna persona con la camiseta de tus amores, lo ves como un hermano; así sea negro, blanco, del partido político contrario; cuando se trata de los colores, no vale nada, y así se crea ese sentimiento de hermandad, y cada domingo puedes ver miles de personas, que llegan desde cada rincón de la ciudad, por el mismo propósito que tu, alentar al equipo de sus amores.

Muchas veces me han dicho “Es solo fútbol Oscar, cálmate” y yo pienso, si la vida también fuera “Solo fútbol” sería mucho mejor, mas allá de ser una pasión el fútbol llega a ser un estilo de vida, la manera en que planeamos nuestros horarios, si haces un viaje, lo primero que guardas en tu maleta es la camiseta de tu equipo, porque la sientes parte de tu vida, porque gracias al fútbol, nunca has dicho “Que fastidio, hoy es Domingo” como hacen la mayoría de las personas, los domingos son días sagrados donde sientes esa necesidad de entregarle tu fidelidad a una camiseta y serle leal, con el propósito de alentar, ganando, perdiendo, goleando o siendo humillado; porque en las malas TE AMO MÁS. Solo imagina por un segundo tu vida, si tu equipo de fútbol desapareciera, como le sucedió a los hinchas del UAM, ¿Qué harías los domingos? ¿A quién le harías trapos?

Por todo esto y más “Solo Fútbol” es un sentimiento gigantesco, y “Solo Fútbol” es mi vida.

Oscar Olivares

@OscarLDR